En nuestros mayores son frecuentes tanto la demencia como el delirium o síndrome confusional agudo (SCA) y, a veces, es difícil distinguirlos entre sí. Ambas afecciones médicas modifican la capacidad de la persona de pensar con claridad y cuidar de sí mismos y aunque comparten signos y síntomas similares, sus causas y tratamientos son diferentes.
Uno de los principales aspectos que complica la tarea de distinguir SCA de demencia es que algunos pacientes pueden padecer ambas, aunque el carácter repentino del delirium frente a la manifestación gradual de la demencia es una de las principales características que distingue a ambos trastornos.
¿Qué es el delirium?
A menudo el SCA se produce en pacientes con demencia aunque su origen es bastante complejo. Suelen ser factores tan variados como enfermedades médicas (neurológicas y cardiovasculares entre otras), cambios metabólicos, cirugía y la acción de determinados medicamentos o la abstinencia al alcohol y otras drogas. Una vez que la causa es tratada de manera adecuada los síntomas desaparecen, aunque si no se hace a tiempo puede conducir a problemas permanentes.
¿Qué es la demencia senil?
La demencia es una pérdida progresiva de la función cerebral que afecta a la memoria, el pensamiento, el lenguaje, el comportamiento y el juicio. Suele ocurrir en edades avanzadas afectando a más del 15% de la población mayor de 65 años. En la mayoría de casos es de carácter degenerativo e irreversible y supone más de la mitad de la demanda en atención domiciliaria.
El deterioro cognitivo se va desarrollando a lo largo de los años y suele avanzar lentamente. Existen varias etapas de evolución, desde la fase leve hasta la avanzada y puede estar causada por más de 100 enfermedades siendo el Alzheimer la principal causa de demencia en el mundo.
La enfermedad de Alzheimer es el tipo de demencia más común y representa el 60 del 80% de los casos.
Las alteraciones en las capacidades cognitivas en ambas afecciones son de lo más variopintas, y en muchas ocasiones las provocadas por el síndrome confusional agudo nos puede alertar y diagnosticar erróneamente el inicio de una demencia o de cualquier otra patología neurológica.
Diferencias entre delirium y demencia
A continuación os detallamos algunos puntos definitorios que nos pueden ayudar a distinguir una cosa de la otra:
- Nivel de conciencia: En los pacientes afectados por el SCA se dan algunos casos en los que existe una clara disminución del nivel de alerta o, por el contrario el predominio de un estado hiperalerta. En los casos de demencia el nivel de conciencia suele ser alerta.
- Curso: El delirium se presenta con un cambio repentino en el estado mental y el comportamiento. Éste se desarrolla durante horas o días y representa una de las principales características que lo diferencia de la demencia con una evolución más lenta y progresiva.
- Atención: Los pacientes con SCA tienen una alteración del nivel de atención con una disminuida capacidad para centrar, mantener o dirigir la atención. En los afectados por demencia suele ser frecuentemente normal.
- Psicomotor: El delirium cursa con excitabilidad autonómica y agitación psicomotriz cuyos efectos pueden ser taquicardia, hipertensión, hipertermia y ansiedad entre otros. En la demencia suele ser normal, aunque las terapias psicomotrices suelen ser muy útiles para optimizar la independencia funcional y mejorar la calidad de vida del paciente.
- Alucinaciones: Las alucinaciones están presentes frecuentemente en los afectados por el SCA. En los casos de demencia aparecen ya muy avanzada la enfermedad.
- Ciclo sueño-vigilia: Muy alterado en el SCA y habitualmente normal en los pacientes con demencia.
- Lenguaje, discurso: Los afectados por SCA suelen presentar un lenguaje lento e incoherente. En los casos de demencia existe una alteración del lenguaje con afasia, incapacidad para nominar, para “encontrar palabras” y progresa hasta el mutismo.
Consejos para familiares al cargo de personas afectadas
Debemos saber que no existen medidas preventivas que eviten la aparición de estas enfermedades. Tanto los familiares como aquellas personas que se ocupen de cuidar a enfermos que las sufren, pueden hacer que lleven una vida saludable a través del ejercicio y dieta sana.
A medida que la enfermedad va avanzando, en el caso de la demencia, el comportamiento y la calidad de vida del enfermo comienza a resentirse. Retrasar el mayor tiempo posible la dependencia del paciente es lo que se pretende con la ayuda y cuidados adecuados.
El delirium llega de manera rápida y en poco tiempo se ha instaurado. Los síntomas comienzan demasiado rápido, a veces, de un día para otro. Entonces, ¿qué hacer ante su aparición? ¿Cómo podemos ayudar a un familiar con delirium o demencia?
- Es necesario que la persona afectada lleve un estilo de vida sana ante todo y controlar problemas cardiovasculares y cognitivos, a la vez que motivacionales. Una alimentación adecuada y una buena hidratación, controlar su medicación y ayudarle a realizar actividades para mantener la mente ejercitada.
- Procurar que tu familiar esté siempre acompañado, prestarle apoyo y darle cariño. Mostrarte agradable y que pueda sentirse querido y tranquilo.
- El ambiente es importante para una persona con demencia senil o delirium. Siempre intentaremos que el ambiente sea tranquilo y no produzca alteraciones en la persona. Importante prestar atención a los elementos de orientación, como pueden ser un reloj u otro tipo de objetos que le ayuden a ubicarse y tener noción del tiempo.
- Debemos estar alerta y actuar rápidamente ante cualquier indicio de complicación de salud. Ante la aparición de nuevos síntomas o cambios, consultar con el doctor para tener una valoración más exacta.
- Control de los medicamentos. Evitar aquellos que puedan tener efecto sedante, produzcan somnolencia o tengan otros síntomas que afecten negativamente a nuestro familiar.
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