La tercera edad no es el final

Cuando envejecemos, no tenemos por qué perder las ganas de vivir y de divertirnos. No hay que perder la disposición por aprender y por realizar las más variopintas actividades, por ejercitar la memoria o liberar el estrés.

La idea es no abandonar las dinámicas de vida activa, con intereses, aficiones, tiempo de esparcimiento. La vida pasiva y abúlica nunca puede ser buena para nadie, y menos aún para una época de la vida en que se producen cambios tan decisivos y a menudo tan difíciles, como es la tercera edad. Esta no puede ser el banquillo desde el que sencillamente nos sentemos a contemplar la vida.

Son muchos los personajes notables que en la vejez han hecho grandes cosas: el dramaturgo Sófocles escribió una de sus mejores obras cuando ya tenía más de 80 años, pensadores como Montaigne o cineastas como Manoel de Oliveira han destacado más en su ancianidad que cuando eran jóvenes. Incluso hay políticos, actores (como María Galiana o Richard Farnsworth), y vocaciones varias, que han comenzado a florecer cuando sus cultivadores ya estaban jubilados de su profesión.

La vejez no es el final. Como decía el personaje de Gene Hackman en la película Eureka, de Nicholas Roeg: “Nada acaba hasta que no ha acabado”. Y por supuesto, todavía es momento para divertirse. Que no somos de piedra.

Juegos para personas mayores

Existen distintos juegos de gran amenidad, muchos de los cuales han sido pensados expresamente para personas de avanzada edad. Permiten mantener la mente despierta y alimentar dinámicas necesarias en la vida y más en edades avanzadas. Es lo que los especialistas ya denominan ludoterapia.

Los hay de varios tipos, por lo que podemos ir fijándonos en algunos de los más destacados en cada terreno.

Juegos de mesa

Ideales para jugar en las residencias. Además, fomentan la sociabilidad, por la reunión de varios, y agilizan las capacidades mentales. Son sumamente variados y los hay para todos los gustos. Algunos ejemplos:

  • Todos conocemos los juegos basados en la nostalgia que han tomado el mercado desde hace ya algunos años. Juegos que se basan en recordar determinados hechos y personajes de la Historia reciente y de la cultura popular y de masas: del cine, la música, la radio, la prensa o la televisión. Estos juegos, que últimamente se juegan a muy diferentes edades, son especialmente idóneos para las personas ancianas, ya que tienden a frenar el deterioro de la cognición y del humor, y la ansiedad que acomete a muchos en la vejez. Son juegos especialmente recomendados tanto para los mayores de 65 años como para los mayores de 80 años.
  • El dominó. Un clásico, divertido y frecuentado por la población más variada y amplia. Pero además juega con sencillas asociaciones mentales y pequeñas estrategias que son excelentes para mantener la cognición y las capacidades mentales despiertas en edades avanzadas. A esto hay que añadir que se están comercializando algunos con piezas extragrandes, tamaño XXL, para los mayores con problemas de visión. También los juegos de naipes pueden avivar las capacidades cognitivas.
  • Puzzles. Trabajan el reconocimiento táctil y la capacidades de observación y de concentración.
  • Juegos de adivinanzas, acertijos, etc. Los hay de adivinanzas visuales con fotografías de personajes, y también de charadas y juegos mentales similares. Son excelentes para combatir el deterioro de la memoria. Especialmente útiles para mayores de 80 años.

Otros juegos

También existen otros juegos de muy diversa índole, que pueden ser disfrutados por las personas mayores y que les pueden resultar útiles para mantener frescas sus capacidades:

  • Deportes sencillos como los bolos, el tejo o la petanca estimulan la sociabilidad y afinan la psicomotricidad de la persona anciana sin necesidad de grandes esfuerzos físicos. Se están comercializando también determinados modelos especiales, con sus componentes de menor tamaño, para que resulten menos pesados y de más fácil manejo.
  • Veo veo, Simón dice, palabras encadenadas. Son juegos tan clásicos como amenos y eficaces. En su aparente sencillez, trabajan las asociaciones mentales y las capacidades cognitivas. Especialmente idóneos para mayores de 80.

Los juegos para las personas mayores son una de las mejores formas de seguir divirtiéndose y trabajando la mente y la psicomotricidad en una edad en la que, como en las demás, no hay que renunciar a la vida, sino disfrutarla.