Dar de comer a ancianos

La comida para ancianos que no quieren comer es una buena solución para aquellos múltiples momentos en que las personas mayores que tanto nos importan, se muestran inapetentes, cuando además resulta de capital importancia que acudan a una dieta sana y equilibrada para fortalecerse. Los cambios fisiológicos de las edades avanzadas son una causa primordial de la pérdida de apetito. Pero es preciso afrontar este problema: no se trata de un mero capricho pasajero. Puede dar lugar a la desnutrición, subnutrición o malnutrición de nuestros mayores, en edades en que la mayor ingesta de proteínas, vitaminas o hierro es especialmente importante. Una vejez activa y saludable ha de incluir componentes tan imprescindibles como lo es una buena alimentación. Y es por ello que debemos combatir la amenaza de una mala o insuficiente nutrición causada por una inapetencia que suele tener raíces fisiológicas.

En ocasiones es necesario que cuidemos de nuestros mayores. Cuando no es posible –ni necesario- llevar a nuestros mayores a una residencia de ancianos o contratar una empresa de ayuda a domicilio para contar con un profesional que lleve a cabo las necesidades básicas de las personas, seremos nosotros los que nos hagamos cargo de ellos. A día de hoy, existen centros y ayudas (materiales, institucionales y económicas) diversas y variopintas con que afrontar esta realidad. Además, en los centros para mayores o en las propias instituciones sanitarias pueden aconsejarnos también sobre qué hacer ante la falta de apetito de la persona anciana.

En ocasiones, son los propios familiares los que pueden hacerse cargo de sus ancianos, aunque a veces es más difícil de lo que parece. Enfermedades como el Alzheimer, así como manías de los mayores como no querer comer, son dificultades a las que una persona no profesional en el cuidado de mayores debe enfrentarse. La falta de apetito es uno de los problemas más frecuentes en este sector de la población, por lo que tenemos que tener en cuenta qué hacer si esto se da antes de que el paciente note las consecuencias como la pérdida de masa muscular o una menor capacidad funcional. El cuidado de personas ancianas requiere de una gran paciencia y empatía, y de la firme voluntad de comprender y conocer la raíz de los diversos problemas. La inapetencia no ha de ser una excepción a esta regla.

La desnutrición es un problema harto frecuente entre los ancianos en nuestro país, pues la carencia de apetito se convierte en un fenómeno reiterado que llega a lastrar y amenazar la salud de la persona de edad avanzada. Por eso debemos actuar sin dilación al respecto, y de este modo prevenir males de cierta gravedad.

¿Por qué se da la falta de apetito en las personas mayores?

La pérdida de apetito en adultos mayores es denominada hiporexia y esta disminución de apetito puede ser dada por diversas causas.

Una de las más frecuentes son las alteraciones que pueden sufrir en el gusto, por lo que a la hora de percibir los sabores, la comida le resulta tres veces más insípida que al resto de las personas. Además, has de tener en cuenta que al tener menos capacidad de movimiento y menor gasto energético, se sacian antes. Por último, tenemos que tener en cuenta también lo que les damos de comer. Las personas mayores suelen tener problemas de dentadura, por lo que se les hace mucho más difícil la simple actividad de masticar y en ocasiones les puede resultar hasta doloroso. Es por ello que debemos darles siempre comidas fáciles de masticar y adaptadas a ellos. Cómo alimentar a un anciano que no quiere comer es algo que debemos solucionar teniendo en cuenta todos estos problemas previos.

Además debemos controlar la ingesta de calorías que toma el anciano, lo recomendable es repartir 5 o 6 comidas con poca cantidad de alimento para evitar que se sacien rápido y lleguen a la próxima con más sensación de hambre, incluyendo alimentos muy nutritivos en la dieta.

Por este motivo, tenemos que hacer que le apetezca la comida que va a comer y para ello debemos:

Incluir alimento del gusto de la persona mayor. Hay que tener muy en cuenta que en estas edades avanzadas las papilas gustativas ya no funcionan como anteriormente, y que la persona anciana prefiere alimentos que todavía le sepan a algo. De ahí la gran predilección y golosería de los ancianos por todo lo dulce, desde las frutas y miel hasta los chocolates, bollería y repostería. Quizá algo de miel o algún otro ingrediente dulce oportunamente vertido en la comida de la persona anciana, haga que esta pueda preferir el alimento. Siempre y cuando su salud y metabolismo se lo permitan… Sea como fuere, en este apartado hay que tener ineludiblemente presente que es necesario incluir algo que al anciano pueda saberle y gustarle, para así hacerle el alimento apetecible. Este es un elemento importante cuando hablamos de la comida para ancianos.

Darle la comida en el momento que le apetezca aunque se salga del horario establecido.

Es conveniente que los alimentos que se sirvan a los afectados sean de fácil masticación y que no estén muy calientes, ya que los alimentos que se ingieren a una alta temperatura sacian más que los que están a una temperatura tibia.

Intenta que coman siempre acompañados porque pueden, si están solos en casa, saltarse comidas.

La comida para ancianos que no quieren comer, debe pues, cumplir con esos requisitos: un sabor que pueda resultarles de su gusto, adaptado además a su capacidad de masticación e ingesta, y un valor nutricional suficiente y apropiado.

Por otro lado, la sensación de soledad es, aunque nos cueste reconocerlo, una de las grandes razones por las que los ancianos pierden el apetito. La sensación de no hablar con nadie, de no salir de casa solos por miedo a que les pase algo, puede dar lugar a depresiones que quitan el apetito. Sentirse queridos y acompañados es vital para que el anciano tenga, dicho de forma que todos entendamos, ganas de vivir. Visítalos y muéstrales lo mucho que les quieres. Les ayudará a estar más animados y repercutirá de forma directa en sus ganas de comer. Cuando los ancianos ya no quieren comer, muy a menudo es por causas anímicas, razón por la cual debemos estar al tanto de ellas y procurar acompañar, ayudar y animar a la persona mayor.

¿Qué hacer cuando un anciano no quiere comer? He aquí una pregunta que podemos responder combinando todos los aspectos que venimos comentando: los factores anímicos, la pérdida de gusto en la lengua y en el paladar por la persona anciana, las dificultades de ingestión y masticación, las diversas molestias… debemos ser comprensivos y empáticos con estas realidades, y darles una solución creativa y oportuna. Cómo lograr que un anciano coma es una pregunta cuya respuesta tiene que partir de las concretas, y a menudo variadas, razones que llevan a la inapetencia misma de esa persona.

Si no son capaces de cocinar por ellos mismos, cerciórate de proporcionarles la comida de tal forma que sea fácil preparárselo. También puedes contactar con empresas como mSoluciona Goya, experta en ayuda a domicilio y cuidado de mayores, para que sea un profesional quien se encargue directamente de darles de comer en su propia casa.

¿Qué deben comer?

Como hemos dicho, es importante comer una dieta variada, y más en la edad adulta. Las verduras y hortalizas son una pieza importante y estas han de estar acompañadas de carnes, huevos y legumbres. Si para ellos es demasiado un plato en el que haya un poco de todos estos ingredientes, se les puede hacer un plato único pero que contenga todo lo necesario, como un potaje. También es necesario tener en cuenta las posibilidades de masticación de los mayores, ya que si fuese necesario, podría hacerse un puré con todos los ingredientes necesarios. Eso sí, intenta variar, que la comida no siempre les sepa a lo mismo, pues se convertirá en algo repetitivo y perderán las ganas y el interés. Que no falte tampoco la fruta en sus comidas. Si un postre es demasiado para ellos, introdúcesela entre horas. También se pueden administrar vitaminas a los ancianos que ya no quieren comer.

Estas son algunas pistas de las que puedes echar mano si tus mayores no comen. ¿Cómo estimular el apetito en anciano, si aun así no lo logramos? Si ves que por más que lo intentas no consigues despertar su apetito, ponles en mano de profesionales. Las empresas de ayuda a domicilio tienen los conocimientos necesarios para saber lo que hay que hacer en estos casos. Las comidas para ancianos sin apetito muchas veces requieren de los buenos oficios de un profesional, cuando por ejemplo se da una situación concreta en que la persona necesita nutrientes muy específicos para evitar o combatir la desnutrición, cuando determinadas enfermedades aconsejan una dieta específica, etc.

La alimentación es uno de los factores clave para el buen estado de salud de cualquier anciano. Uno de los principales servicios que ofrece mSoluciona Goya es el cuidado de personas en edad anciana tanto a domicilio como en acompañamiento hospitalario. Cómo dar de comer a un anciano que no quiere puede ser un quebradero de cabeza, o bien hallar fácil solución. Si esto último no es posible, quizá recurrir a profesionales sea la mejor salida.

También te puede interesar: