En un gran número de casos, la atención y cuidados de personas con patologías crónicas como el Alzheimer u otras patologías, recaen en los miembros de la familia. Generalmente son los cónyuges o hijos quienes deben asumir esta tarea que en ocasiones es muy dura y suele desencadenar en el llamado síndrome del cuidador quemado.
Esta condición la padece un 80% de las personas que dedican parte de su tiempo a cuidar a personas dependientes. Normalmente puede conllevar a un agotamiento físico, emocional y psicológico, por lo que es muy importante tener algunas herramientas para poder sobrellevar esta situación.
Síntomas del síndrome del cuidador quemado
Aún cuando pueden variar de una persona a otra los síntomas del síndrome del cuidador quemado más comunes son:
- Cansancio constante.
- Falta de sueño.
- Apatía hacia las aficiones o desinterés hacia nuevas experiencias.
- Mucha irritabilidad.
- Dolores musculares o en articulaciones no asociados a ninguna otra patología.
- Aislamiento del mundo exterior.
- Estrés y estados depresivos.
- Ansiedad.
- Refugio en malos hábitos.
Fases del síndrome del cuidador quemado
Como cualquier otro proceso, esta situación se presenta de forma progresiva, a continuación se describen las fases del síndrome del cuidador quemado.
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Aceptar la realidad y asumir la situación
En la primera fase la persona se da cuenta de la situación y asume su papel dentro del proceso.
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Reconocer el esfuerzo que implica el proceso
Atender a una persona dependiente es una situación bastante complicada porque requiere de mucho esfuerzo, lo que implica un eventual desgaste físico y emocional en el cuidador.
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Cambios en la personalidad y forma de actuar
Una vez que se ha asumido la tarea y luego de llevar un tiempo en el cuidado de una persona dependiente, el cuidador comienza a experimentar algunos problemas físicos y emocionales.
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Experimenta alivio y liberación
Muchas personas se dejan arropar por la situación y se les dificulta salir de ella. Sin embargo hay cuidadores que pueden llegar a organizarse, aprenden sobre la enfermedad del paciente y buscan ayuda.
En algunos casos deciden por internar al familiar en un centro o buscar personal especializado para que lo cuide en casa. De esta manera el cuidador puede sentir algo de tranquilidad y serenidad cuando por fin logran saber cómo salir del síndrome del cuidador.
¿Cómo tratar el síndrome del cuidador quemado?
Desde el primer momento en el que se presenta la situación del familiar enfermo, lo ideal es estar consciente de las consecuencias que puede traer y saber cómo tratar el síndrome del cuidador quemado ya que lo mejor es estar prevenido.
Para prevenir y sobrellevar la carga de los cuidadores, es importante atender las siguientes recomendaciones:
- Aprender sobre la condición o enfermedad del paciente y su evolución.
- Entender cuáles son los síntomas y los cambios que experimentará el paciente durante la evolución de la enfermedad.
- Reconocer su situación y saber cómo gestionar las emociones y sentimientos.
- Saber cuándo pedir ayuda.
- Guardar un espacio para sí mismo y aprovecharlo al máximo.
- Practicar ejercicios de relajación.
- Ser positivos.
Síndrome del cuidador quemado cuando fallece el paciente/familiar
Algunas de las situaciones que pueden pasar con el síndrome del cuidador quemado cuando fallece la persona a la que cuida son:
- Sentimiento de culpabilidad: El cuidador puede pensar que no hizo lo suficiente para cuidar al paciente.
- Sensación de vacío: El cuidador puede sentir que no es útil debido a que ya no ocupa el número de horas que destinaba a cuidar al paciente.